Antonia Alapont Baixauli nace en Catarroja el 9 de abril de 1962.
Desde muy joven se interesó por el Arte, formándose en la Escuela de Cerámica de Manises y obteniendo el título de Cerámica Artística en 1998. La cerámica, que comenzó siendo para ella una afición, se transformó en una verdadera pasión, la cual se esfuerza por convertir en su profesión.
Antonia trabaja la cerámica desde diferentes perspectivas artísticas. Está especializada en la creación de murales cerámicos y socarrats, así como en la restauración cerámica. Se dedica tanto a la cerámica de autor, llevando a cabo proyectos artísticos personales de los que surgen piezas muy diferentes, como a la cerámica clásica y la artesanía popular valenciana. Ha expuesto su obra en diferentes salas y localidades de nuestra comunidad. Uno de sus últimos y más importantes trabajos, la escultura cerámica que ha llamado “El color de la vida”, fue expuesta por la galería Artis de Valencia en 2008.
En el año 2015, entró en contacto con la Asociació de Artistes Visuals de València, Alacant i Castellò (AVVAC), de la cual ahora forma parte y junto a la que lucha por promocionar el mundo del arte en nuestra comunidad. Antonia, quién se ha enfrentado durante su carrera con las dificultades y obstáculos de quiénes desean hacer del arte su profesión, destaca la importancia de revitalizar el mundo de la cultura desde las instituciones públicas. Señala, al mismo tiempo, cómo las artistas encuentran serias dificultades para hacer compatible su actividad artística y profesional con su vida personal y familiar, insistiendo en la necesidad de un cambio institucional que aborde también esta cuestión transcendental.
Antonia, quién nació en el barrio de Les Barraques de Catarroja, considera la artesanía popular valenciana como una parte importante de su trabajo, a la que contribuye con la creación de piezas como socarrats y alfardones. Ha realizado diferentes talleres de cerámica en nuestra localidad para contribuir a la promoción de la artesanía. Además, elabora cada año el socarrat que constituye el premio de la Vil·la Romana de Catarroja.
“Cuando frente a una obra alguien siente un interés, una atracción, algo que le rompe el discurrir cotidiano para centrarse en aquello que tiene ante él; es entonces cuando el autor de esa obra ha logrado dar vida a su creación, pues ésta, con una voz particular, ha hablado a quien atiende u observa”.